tag:blogger.com,1999:blog-24218892985493404692024-03-13T07:57:20.177-03:00inconstancia, inconciencia y lealtad.Abrí un blog para contarles el desastre en el que se convirtió mi vida éstos últimos años, con un poco de fábula y sueños de escritora como pasa a tantas bloggeras. Capricorniana bastante difícil de tratar, larga lista de platónicos y ganas de vivir la vida hasta el último segundo. Tengo una lista de maneras de matar a mi ex (y por qué no su novia). Lamentablemente soy la única responsable del desastre en el que vivo. A quien tenga ganas de pasar un ratito por acá, ojalá le cope (y le sea leve)Elen 'http://www.blogger.com/profile/08283784417292279675noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-2421889298549340469.post-5994314149330355292012-07-29T23:01:00.001-03:002012-08-01T17:44:33.610-03:00Final y muchos principios. Parte 1. Como ya les conté, Lucas nunca dejó de andar por ahí. Pero no fue muy importante después de eso. Bueno, me encantaba, sí, pero yo estaba con Julián y fin del asunto. Entonces ahí quedó, una conversación, una llamada, un mensaje cada tanto. Hasta ahora, pero eso es historia para otra día (quédense con las ganas que ya va a llegar)<br />
Se que no van a querer leer la historia por demás empalagosa de lo que pasamos Juli y yo. Puedo decirles que fue mi primer amor. El primero real. El primero por el que sentí cosas tan fuertes (el único, en realidad). No les voy a hacer comer todo el cuentito, pero tiene que quedar bien claro que el año y treinta y seis días que estuvimos juntos fueron los mejores de toda mi vida, sin dudas. Tuvimos mil problemas, una relación bastante obsesiva, posesiva, enfermiza, autodestructiva. Pero era nuestra. Y era hermosa, porque sentíamos cosas reales.<br />
El por qué ya no estamos juntos es lo que quiero contar hoy. No se cuando pasó. No se qué nos pasó. Pero fue horrible. No era perfecto y pensar que lo era nos hizo tan mal. Yo apoyé en él toda mi vida, todo lo que tenía lo había dejado sostenido por él. Y si, es ridículo, pero es lógico. Quince años, una nena enamorada, dos nenes enamorados más bien. Algo mal nos tenía que salir. Hubo cosas que empezaron a fallar y nos dimos cuenta demasiado tarde. Confianza faltaba, inseguridad sobraba. Un día creíamos tener todo bajo control y al otro de repente estabamos en el medio de una nube de inseguridades que nos aplastaban. Cuando sentí que ya no podía más y tuve que dejarlo, se llevó con él eso que sostenía mi vida al completo. Y se me dio vuelta todo. Y tuve que seguir a los tropezones. Dejamos de sentirnos queridos por el otro, nos subestimamos, nos perdimos. No quiero dar mucha explicación, ya pasó, lo estoy superando como puedo y no quiero seguir estancándome en esto.<br />
Se que hubiera sido mejor ir contando de a poco las cosas que nos pasaron, era mucha cosa linda. Supongo que empecé tarde, porque ya no puedo hablar de las cosas que pasamos estando en el momento que estamos. Espero me perdonen, esta parte de la historia voy a ir escupiéndola de a poquito con el tiempo, por partes, las que más me acuerdo, las que más me marcaron. Pero ahora no.<br />
Ahora no, porque lo que sigue es contarles la novela medio pelo de domingo a la tarde que nos armamos este último tiempo. Cosas que nunca me imaginé podían pasarme con él, ni con nadie. En realidad, cada una de esas cosas es una historia a parte, y como se imaginarán, también tienen nombre y apellido...Elen 'http://www.blogger.com/profile/08283784417292279675noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2421889298549340469.post-16720360371370853852012-07-18T19:38:00.002-03:002012-08-01T17:44:01.811-03:00Verano. Parte 3. Un desliz con nombre y apellido.(Segunda parte)<br />
<br />
Todo el tiempo que estuve con Lucas en el teléfono la tuve a Sofi tirada encima, haciéndome caras y dictándome las cosas que tenía que decir. Me preguntó si todavía teníamos ganas de verlos y, ya olvidándome de la negativa que había decidido hacía tres minutos, le dije que sí sin pensarlo más de una vez.<br />
Esperamos a que papá se duerma para irnos. Cuando llegamos a la bajada de la playa, de repente dejamos de entender bien cómo iba la mano. No era Lucas con sus amigos como habíamos pensado esa tarde. Era Lucas. Solamente Lucas. Con Sofi nos miramos y no entendimos muy bien. Ella quería estar con alguno de ellos y no necesitó mirarme dos veces para entender que, aunque yo tenía novio y le iba a ser fiel, Lucas era intocable. Era obvio como me miraba y era obvio que yo no se lo iba a ceder a Sofi de tan buena gana. No importaba nada que sea mi mejor amiga. Si no podía tenerlo yo, no lo iba a tener nadie.<br />
Entonces: ¿Qué hacía un chico divino de veinte años ahí, solo, esperando a dos nenas más chicas que él (mucho más chicas, saltaba a la vista), y todos sus amigos, andá a saber dónde? Más tarde nos dijo que sus amigos habían salido y él había preferido quedarse. Pasó más de un año hasta que me contó que en realidad se había quedado esa noche por mi.<br />
Fuimos a la placita, la misma donde un día antes los habíamos visto saltar. En un momento él la agarró a Sofía de la mano y se la llevó donde yo no podía escucharlos. Pero sí verlos. Me invadió un odio tan grande por los dos. Él, no se, era irracional mi enojo, pero me había estado mirando toda la noche! ¿Qué se suponía que significaba eso? Y con ella también, por no haberle dicho que no cuando sabía tan bien que a mi no me importaba ninguno de esos chicos, salvo él. Está bien, yo no podía hacer nada, ni iba a hacerlo. Pero en ese momento me olvidé de todo, me enojé, me quedé mirándolos fijo. Tardé un par de minutos en darme cuenta de que en realidad, solamente estaban charlando. ¿Por qué se habían ido lejos, entonces?<br />
Lucas miraba a donde yo estaba, me señalaba, hablaba con Sofía, se reía. Ella trataba de explicarle algo. Le decía que no con la cabeza. También me miraba. Cuando volvieron él me dijo con vocecita decepcionada que no podía ser que tenga novio. Suspiré. Me sentí mal por haberme enojado con Sofi, también con él. Lo que quería era preguntarle por que yo no podía hacer nada. Ahora sí que entendía todo.<br />
Sofi lo miraba raro. Era como una cadena. Sof miraba a Lucas, Lucas me miraba a mi, y yo la miraba a Sof como pidiéndole ayuda. Charlamos de cualquier cosa. Es una de estas personas con las que te sentás a conversar y de repente pasan horas y horas sin que te des mucha cuenta. Lucas resultó ser el mejor amigo del hermano mayor de mi mejor amigo. Complicado, sí, vamos de nuevo. Mi mejor amigo, Pablo, tiene un hermano mayor, Juan Manuel. De más chica yo estaba muerta con Juanma. Ahí entra Lucas, el mejor amigo de Juan Manuel, con Sofi no lo podíamos creer. Y pensar que ahora Pablito no quiere saber nada de lo mío con Lucas, pero bueno, mucha información y me estoy adelantando. La relación con Julián recién empezaba y todavía iba a estar con él por bastante más tiempo.<br />
Después de un par de horas nos fuimos los tres a acostarnos en las hamacas paraguayas que habíamos traído. Eran dos. Él se tiró junto conmigo. Sofi en la del costado. La situación ya no daba para más. Tenía a Lucas demasiado cerca, sentía su respiración en el cuello. Sofía quería estar con él y no podía disimularlo conmigo. La conozco. Él pareció entender que yo no tenía intención de hacer nada que lastime a mi novio, y en el fondo yo tampoco quería hacerlo. Todavía no estaba enamorada de Julián, pero lo quería y mucho. Más allá de eso, cuando lo entendió pareció no importarle. Pegamos onda. Siempre me gustó hablar con él. Me resulta fácil, fluye, me gusta, eso nos hizo muy buenos amigos por un tiempo.<br />
Cuando me cansé de ver las miraditas enojadas y celosas de Sofía me rendí. No tenía sentido, pensé. Y lo convencí. Tal como haría una nena chiquita. Dale dale dale dale dale dale no querés estar con mi amiga? daaaaaaale dale dale dale. Sí, lo que hice fue digno de una nena de 7 años. Pero lo logré. Y la verdad es que no quería lograrlo. Cuando lo vi levantarse y agarrarla de la mano pensé cosas de Sofía que nunca había pensado. La odié a ella y lo odié a él. Parecía un chico diferente, en serio pensé que lo era. Lo idealicé y es el día de hoy que lo sigo idealizando. Bastante estúpido de mi parte, pero ya lo dije, desde un principio Lucas me generaba un miedo bastante irracional.<br />
Ellos se fueron por ahí juntos y yo me acosté a dormir más enojada que nunca. Cuando Sofía volvió me hice la dormida para no decirle todo lo que estaba pensando. Al otro día me encargué de dejarle bien claro que yo le había pedido a él que se vaya con ella porque me daba lástima. Si ahora lo pienso mejor, mi relación con ella se arruinó bastante después de eso. Primero con Julián, después con Lucas, había un par de códigos que le estaban faltando.<br />
Terminé aceptando que había sido culpa mía, a ella se lo dejé pasar y a él no volví a hablarle después de eso. Seguí con la mía, después de todo yo estaba con Juli y eso era lo más importante en ese momento. Lo que nunca me hubiera imaginado, era que a Lucas le iba a dar la cara para volver a llamarme... Todos los días, a partir de ese día.Elen 'http://www.blogger.com/profile/08283784417292279675noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2421889298549340469.post-37413247116648044372012-07-17T19:16:00.005-03:002012-08-01T17:43:28.797-03:00Verano. Parte 2. Un desliz con nombre y apellido(Primera parte)<br />
<br />
Fue en enero de 2011 que empezamos a salir. Yo me iba de vacaciones a la costa con mi familia, y la llevaba a Sofi. Fueron las únicas vacaciones que nos fuimos juntas. No nos importaba nada, éramos un desastre andante y si queríamos quedar mal me parece que lo lográbamos. Aunque cuando la gente está de vacaciones la mayor parte del tiempo le resulta simpática la locura de los demás. Es que es Sofi, y con ella puedo hacer lo que quiero. Nada de cómo estás, qué querés hacer, a dónde vamos. Con ella no se pregunta, si no la banco me voy, si quiero la despierto, la dejo sola, le grito, somos hermanas.<br />
<div> No se por qué será o si le pasará a alguna de ustedes, pero cuando estás con tu mejor amiga de vacaciones, por una cosa u otra terminás charlando con hombres, haciéndote amigos hombres, pegando onda, lo que sea. Pero no vas y decís 'Hola' en el medio de otro grupito de mujeres, eso no existe. Las mujeres nos odiamos por naturaleza. Mirá la bikini que tiene puesta, fijate el pañuelo, uf cómo camina, mirala mirala, a ese se lo quiere levantar. Los flacos son más básicos. O les gustás o no. Tomás mates en el medio de la playa y no lo mirás como buscándole el defecto.<br />
A lo que voy es que yo lo quería muchísimo a Juli, de eso no hay dudas. Pero llevábamos un par de semanas, y por más que jamás pensé en cagarlo ni lo hice (en ese momento), estaba en la costa, con mi mejor amiga, y como ya dije antes quería gustito para el verano.<br />
Nos pasábamos las noches rodando por la arena, cantando a los gritos o solamente mirando el mar, la gente. Hubo una de esas noches que nos habremos aburrido, ya ni me acuerdo. Resulta que fuimos al centro que había allá (va, centrito, una plaza, un kiosco, dos o tres banquitos). Habían puesto una de esas camas elásticas, saltimbanqui creo que se llama. Estábamos sentadas en una mesita mirando tres flacos idiotas que saltaban y gritaban algo respecto a los "huevitos". Se ve que no la estaban pasando muy bien allá arriba. Aparentaban unos veintitantos años. Uno era precioso. Rubio, chiquitito, esa onda de skater "me chupan todos un huevo". Era el que más gritaba. Y el que más alto saltaba.<br />
Yo era un desastre. Estaba de jogging, con los pelos para cualquier lado y Sofi no se quedaba atrás en cuanto a la impresentabilidad. (hola, impresentabilidad?) La arrastré hasta la calle, ella no quería irse. Ahora que lo pienso, me sentí un poco intimidada. Va a sonar algo estúpido, pero suele pasarme con la gente que es, no se... linda. No quería que me vean porque si, es cierto, me sentí intimidada por los tres. Especialmente por el rubio.<br />
Era la última noche. ¿Por qué siempre te pasás las vacaciones sola con tu amiga y el último día conocés gente genial? Pero siempre me pasa lo mismo. Papi me pidió que vaya a buscar a los nenes a la canchita de fútbol, ya estaba preparada la cena.<br />
*Paro para aclarar que la familia de mi viejo es algo parecido a "Los tuyos, los míos y los nuestros": son lo dos nenes de Clara, la mujer de papá, mi hermanito Ignacio y yo, y ahora la hermana de todos, Lucía, que por esa época todavía estaba en la pancita*<br />
Sigo, fuimos a la canchita. Estábamos vestidas como para ir a buscar tres nenes de diez años a una cancha de fútbol. Desastrozas. Pero era eso lo que fuimos a hacer! Hola, que alguien adivine quién estaba. Sí, los mismos tres. Creo hasta que eran más, ahora no estoy segura. La verdad es que solamente me acuerdo bien del rubio, y de los dos amigos, pero sólo porque más de una vez me los nombró después de eso: la rubia, el colorado. Así les dice y así es como yo los reconozco. Hablaban con los nenes, yo no sabía donde meterme. Ya lo dije, me daba miedo, suelo escapar de esas situaciones. Pero no me quedaba otra. Puse mi mejor cara, la agarré a Sofi fuerte de la mano, y me senté a esperar a los chicos. Les grité una, dos, tres veces. Nada. Fue uno de ellos el que nos vio y nos alcanzó a los nenes. Se quedaron charlando con nosotras. El rubio resultó llamarse Lucas, le enseñaba a mi hermanito una manera de chocar las manos. "Explosivo" le decía. Me fascinaba. No dejaba de mirarme. Era distinto. Estaba prohibido, seguro era eso. Yo tenía novio y por supuesto, el primer flaco diferente que se te cruza es un amor imposible y por imposible se hace perfecto. Quedamos en vernos a la noche en la bajada a la playa.<br />
No se imaginan como nos retaron. Papá no se enoja por nada. Lo único que nos había pedido que hagamos en todas las vacaciones era traer a los nenes para comer. Y nosotras habíamos tardado. Y se había quemado la comida. Ahora es tan patético que hasta me resulta gracioso. Nos dijo que éramos unas taradas y que esa noche nos íbamos a dormir, nada de andar dando vueltas por ahí. No es que era una fortaleza, no había nada más fácil que escaparse. A demás, papi siempre se dueme temprano. Pero le discutí, sí, mucho. No podía ser.<br />
Nos hicimos las tontas y nos acostamos. Lo pensé mejor y le dije a Sofía que nos quedemos durmiendo, total ya estábamos acostadas y los chicos seguro ni se acordaban que habían quedado en verse con nosotras. Sonó mi celular y lo agarré tranqui pensando que era Juli. No tenía más crédito así que pensé qué bueno era que me llame justo en ese momento. El número era desconocido. Creo que me enojé. Quería que Juli me llame o no iba a poder hablar con el hasta el otro día. Y si, eso para mi era terrible. Atendí resignada a que sea Movistar o algún número equivocado. No. Ahí estaba otra vez. La voz de Lucas era lo último que esperaba escuchar... No, no iba a quedarme durmiendo esa noche.</div>Elen 'http://www.blogger.com/profile/08283784417292279675noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2421889298549340469.post-76935736931001638502012-07-17T04:23:00.003-03:002012-08-01T17:43:01.726-03:00Verano. Parte 1. Voy aprendiendo a la fuerza Hoy empiezo por el principio.<br />
<br />
Era enero de 2011, y habiendo cumplido esos esperados y tan patéticos 15 años, quería algo nuevo, algo que le de gustito al verano.<br />
La verdad es que hacía rato me había olvidado de hijo de puta por el que tanto lloré. Dos años. Y la verdad es que dos años es mucho tiempo. Jerónimo ya no tenía nada que hacer en mi vida y yo ya me había resignado a que no era más que el capricho de una nena tonta.<br />
Me acuerdo que era diciembre y nos pasamos con Sofi toda la noche jugando a las cartas y comiendo caramelos, como tanto hacíamos en esa época. Al otro día, toda pegada como para hacerle justicia al verano, sin dormir, ojeras y mal humor a cataratas, fue que conocí a Julián. Lo vi venir corriendo y pensé, éste tiene una pinta de simpático. No me prestó atención, de eso estoy segura, salió corriendo a abrazar a sus amigas y volvió al rato, como acordándose de que estábamos ahí, de que habíamos ido a buscarlos a ellos. Ellos. Todo es un enriedo en ésta historia. Resulta que el primo de mi mejor amiga (Sofi) era compañero del mejor amigo de Juli, y ahí estábamos nosotras. No se bien como, pero ese día al final de todo lo conocí, y quedé bastante fascinada con lo que vi.<br />
Bueno, no con lo que vi. Era un gordito cara de buenazo y con una altura que, igual que el, dejaba bastante que desear. Y yo a veces soy una forra con ese tema de los prejuicios y lo que entra con la mirada. Pero yo lo quise desde el principio. Lo vi y lo supe, yo quiero a este chico. Y no pare hasta que lo tuve.<br />
Estábamos sentados en la esquina de 8 y 51, pleno centro, el calor llegaba a ser asqueroso y la vibra que teníamos todos era más que positiva. Sonó un célu con la canción de los Red Hot que tan familiar me resultaba y tardé un rato en caer que no era el mío, sino el de él. Y es hoy que escucho esa canción y se como empezó todo. Fue una canción. La mirada que le siguió. La risa. Fue perfecto. Yo lo quería a él. Y nos sentimos identificados como si algo tan idiota como una canción nos hiciera el uno para el otro.<br />
Sofi estaba celosa, yo lo se, la conozco, pero ella nunca va a aceptarlo. Por ese momento ella andaba con Lauti, el amigo del primo que resulta que es el nexo entre Juli y yo (y ya avisé que ésta historia estaba enredada). Creo que fue eso lo que la distrajo y no nos dio mucha bola a nosotros, que se notaba que teníamos algo.<br />
No lo pensé demasiado, yo quería algo nuevo y el era totalmente irresistible. De esos flacos que no dejan de escribirte mensajes ni un segundo, que te dicen lo que querés escuchar, que son tontos y adolescentes justo igual que vos. Creo que uno de mis errores fue ese, pensar que así era solamente conmigo. Pero me estoy adelantando.<br />
Pasaron semanas. Una, o dos. Me acuerdo cuando abandonó los te quiero y me dijo te amo. Escribió, mejor dicho. Ahora que lo pienso, Juli era tímido como pocos. Y pasaron meses hasta que se soltó del todo. Ahora es impensable que sea la misma persona. Como decía, pasaron un par de semanas y decidimos vernos de nuevo. El centro estaba inmundo, el calor, la gente, esas miradas sin saber bien que decir y esa timidez que por ese tiempo era tan suya a mi me volvían loca. Fuimos a la plaza. Me gustaría acordarme ahora que fue lo que nos dijimos. Hoy me acuerdo hasta cual era el árbol. Ya ni se cuantas veces me senté ahi a escuchar música, a leer, a llorar, a acordarme de él, o solamente a mirar para adelante. Por el solo hecho de estar en un lugar que me conecte con el y con el tiempo que lo conecta a el con pensamientos lindos. Solamente me acuerdo que fui yo la que lo besó, él lo estaba deseando, pero no se animaba.<br />
Fue todo demasiado rápido. Pasábamos tardes y tardes en el club y yo disfrutaba de ese amor tan raro. Tan lindo. Tan cargado de cosas por descubrir del otro y de tiempo infinito para cansarnos de estar juntos. Tan inocente. Capáz hasta demasiado. Un día después de que el se fuera yo le saqué el célu a Paloma, una amiga que tenemos en común y le escribí:<br />
- Qué onda con Jua?<br />
- Me gusta, pero no se...<br />
- Qué no sabés tarado? no ves que ella te quiere?<br />
- Si, pero y si no le gusto? Yo la quiero a ella.<br />
- ¿Qué perdés pidiéndole de estar juntos? De verdad, tendrías que jugártela.<br />
- Si vos me lo decís así, espero no equivocarme. Espero que funcione.<br />
Y así, con esa caradurez que tanto me caracteriza, me hice pasar por mi amiga para que el chico tímido que tanto me gustaba se anime a pedirme lo que tanto quería que me pida.<br />
Fue en la casa de Paloma, la dueña del celular, que me lo dijo, por fin. Habíamos estado en casa y después nos fuimos para allá. Me acuerdo que fui solamente para pasar un rato más con él. Estábamos en su cama. Sonaba Alex Ubago, tristísimo. Fantasía o realidad. El no se acuerda. Yo si, la cantaba, estaba nerviosa.<br />
- Me cansé. - me dijo.<br />
- De qué? - Pensé en decirle ah, ya te cansaste de mi... me rescaté en el último segundo, no podía tirarlo abajo si me estaba por decir lo que yo tanto estaba esperando.<br />
- De que no seas mía.<br />
- ¿Y como hacemos, entonces? Habrá que cambiar las cosas.<br />
- Cambiémoslas. ¿Querés ser mi novia?<br />
- Si, si quiero.<br />
En ese momento entró Palo, yo lo apreté en un beso cortito sintiéndome como no me había sentido nunca. Era todo demasiado perfecto, demasiado momento irreal. Demasiado estúpidos los dos, como flotando en una nube de verano, amor y ganas de descubrir cosas nuevas. Le dije a ella con una sonrisa que no me entraba en la cara que lo vea bien, porque ese era mi novio.<br />
Bajamos. Comimos palitos de la selva. Seguimos flotando estúpidos y ajenos a todo en esa nube linda que duró lo que nos tenía que durar. Meses. Siete, ocho. No se bien cuando fue que se fueron las cosas de las manos. Demasiado poco. Demasiado lento como para notarlo y demasiado rápido como para acostumbrarme.<br />
Y en eso estoy, acostumbrándome. Ese es el principio de la historia que me propuse contarles. Espero haberlos dejado con las ganas, porque pienso seguirla hasta el final. Si es que hay uno.Elen 'http://www.blogger.com/profile/08283784417292279675noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2421889298549340469.post-34644484622495643542012-07-11T22:50:00.004-03:002012-07-18T02:34:52.276-03:00Grow Les voy a contar un poco de mi. Por ahora a nadie, soy yo conmigo misma. Nadie me lee, pero necesito escribir esto. Escribir sin que nadie me ponga un nombre. Una cara. Escribir por escribir y que cualquiera pueda sentirse identificado, o no.<br />
Me da lástima haber dejado por tanto tiempo algo que me gusta tanto. Quiero escribir de nuevo. Hacer todas las cosas que me gustan de nuevo. Pero, una vez más, siendo alguien, o nadie. Sin nombre ni cara, para que nadie me quiera ni me odie. Para que nadie se sienta identificado. Para poder decir todo lo que tengo ganas de decir.<br />
Soy una chica de 16 años que se considera una loca sin remedio, puedo ser muy buena y puedo ser la peor. Y quiero contarles mi historia. A quien quiera escucharla, o a nadie, da igual . Es la idea de este blog que nace, contar una historia, la mia. La que siempre quise contar. Desenredarme un poco o capáz solamente entender el enredo. El quilombo, la locura. Que están buenos, que me copan a más no poder, pero que si no los controlo me controlan. Y no quiero que mi propia locura me controle. Y si lo hace, por lo menos alguien tiene que entenderla.<br />
Espero que esta historia que quiero contar a alguien más le guste, le ayude, le entretenga, lo que sea. Así como lo hace ésto conmigo. Bueno, acá nace mi pequeño blogsito. A ver como nos va...Elen 'http://www.blogger.com/profile/08283784417292279675noreply@blogger.com0